lunes, 24 de mayo de 2010

Las amenazas al PILA LP 24-05-2010

parques y reservas naturales, destruidos por el hombre

Las amenazas al PILA

Cacería indiscriminada, problemas de tenencia de tierras, lanzamiento de basura, incendios y cambios de zonificación.


VERTEDERO. El depósito de basura, de forma clandestina, es una de las principales amenazas y fuentes de contaminación del Parque Nacional Volcán Barú. ESPECIAL PARA LA PRENSA/Boris Gómez1380613

boris gómez
cerro punta, chiriquí

nacionales@prensa.com

La proliferación de hidroeléctricas no es el único peligro que enfrentan las reservas naturales del occidente del país.

Tanto el Parque Internacional La Amistad (PILA) como el Parque Nacional Volcán Barú (PNVB) son amenazados por la cacería indiscriminada, problemas de tenencia de tierras, la falta de vigilancia, el lanzamiento de basura, los incendios durante la estación seca y el cambio de zonificación.

El PILA desde 1990 es considerado patrimonio de la humanidad. El lado panameño tiene una extensión de 207 mil hectáreas, por 199 mil en el lado costarricense. El PNVB tiene 14 mil hectáreas de extensión.

David Samudio, de la organización Amigos del Parque Internacional La Amistad (Amipila), señaló que los cazadores hicieron de las suyas en abril durante la Semana Santa, pese a que el organismo hizo denuncias en el mes de febrero.

“Tuvimos a otra pandilla de cazadores que dejó aves muertas por distintos sectores de las tierras altas”, declaró Samudio.

La Ley No. 39 del 24 de de noviembre de 2005, que regula la cacería en Panamá, en su artículo 48 prohíbe la actividad en áreas protegidas, zonas pobladas, lugares que se encuentren a mil metros a la redonda de zonas pobladas, servidumbres de paso y lugares que se hallen a menos de 2 mil metros a la redonda de áreas protegidas. “No hay zona despoblada, ni distancia suficiente entre los dos parques para que sea legal la cacería en las tierras altas chiricanas. Eso debe quedar claro”, dijo Samudio.

La tenencia de la tierra

Damaris Sánchez, de la Fundación para el Desarrollo Integral de las Tierras Altas, dijo que el Estado debe solucionar los problemas de tierras y propiedades que hay en las reservas.

Todas las áreas protegidas del país tienen situaciones de tenencia complejas. Las reservas fueron creadas cuando ya vivían familias con derechos posesorios o fincas tituladas dentro del área, explica Sánchez.

Esto hace crecer la frontera agropecuaria y el desmonte que se opone a la conservación de bosques.

Solo en el PILA hay una explotación de 7 mil hectáreas de ganadería. En el mes de enero se tuvo que detener la construcción de una carretera y se presentó una denuncia contra los alcaldes de Renacimiento y Changuinola, por supuestamente otorgar permiso para la entrada de maquinaria pesada dentro del PILA, dijo Sánchez.

Paso Ancho

El director regional de la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam), Harmodio Cerrud, confirmó que hay cientos de familias en la zona conocida como Paso Ancho, dentro del PNVB, y que estas personas no han podido legalizar sus viviendas.

Es un problema que lleva décadas y no se les puede trasladar a otra parte, pues no existen tierras disponibles.

Muchos viven desde antes de la creación del parque en 1976 y se han hecho reuniones con el Programa Nacional de Titulación de Tierras (Pronat) para darles una solución a las familias. “La fórmula podría ser la titulación del área residencial, no así lugares de cultivos.

La titulación sería condicionada a que ellos respetaran el plan de manejo del parque. Esto se ha hecho en otros países”, aseguró Cerrud.

La basura en el PNVB

Aunque el desagradable vertedero ubicado en la entrada del PNVB fue clausurado por las autoridades, en horas de la noche, cuando no hay vigilancia, se sigue lanzando basura al lugar.

Los guardaparques son muy pocos, según David Samudio. No hay más de seis en todo el PILA y solo unos tres en el PNVB, de manera que vigilar toda la extensión de las reservas es imposible para ellos .

“Se rotan y entonces a cada uno le tocarían miles de hectáreas por recorrer”, opinó Samudio.

Jorge Pittí, de Amipila, dijo que hay comunidades que utilizan los reductos de bosques y cañadas para depositar la basura.

“Si realizamos un diagnóstico de estos vertederos, se comprobará el gran daño a las fuentes de agua, el riesgo para las comunidades y también el deterioro ambiental y paisajístico. Hay una comunidad dentro de los límites del Parque que se llama Alto Pineda, donde hay dos lugares utilizados para depósito de basura”, indicó.

El director de la Anam dijo que el problema de la basura no es exclusivo de los parques nacionales, sino que es de toda la provincia de Chiriquí y la capital, y esto seguirá así hasta que las autoridades municipales tengan éxito en desarrollar un sistema efectivo para los desechos sólidos.

Es común el lanzamiento de basura en bolsas de plástico, material combustible que en muchas ocasiones provoca incendios. La estación seca del año 2010 fue benévola, ya que los fuegos no afectaron a los pastizales y bosques como en años anteriores.

“Tuvimos un año récord en todo Chiriquí con menos de 150 hectáreas afectadas. En años anteriores hemos tenido cifras por encima de las 2 mil” , explicó Cerrud.

La zonificación

El cambio de zonificación del Parque Nacional Volcán Barú se mantiene en suspenso, pues la Anam aún no ha dado a conocer su decisión.

En 2009 la Resolución AG-0911-2009 de Anam modificó la zonificación del PNVB, pero los ambientalistas se opusieron a los cambios. En el plan de manejo se delimitan seis subzonas que son: de protección absoluta, de recuperación, de uso extensivo, de uso intensivo y dos subzonas especiales.

Los conservacionistas aseguran que el cambio de zonificación era para beneficiar a una empresa privada que quiere construir un hotel en una subzona de recuperación y deja desprotegidas de un plumazo 800 hectáreas de bosques.

“El respeto a la zonificación es vital. Sin ello entonces estaremos abriendo una caja de Pandora que traerá todos los males y la muerte del parque”, dijo David Samudio.

“Eso se está analizando. Hay muchos detalles técnicos que hay que corregir. Esta administración está asignando fondos para verificar de manera científica los reales límites de las zonas”, dijo Harmodio Cerrud, de la Anam. En la subzona de recuperación no se permite la construcción de edificaciones. El lugar, según la resolución, sería convertido en zona de uso extensivo, donde sí se permitiría construir un hotel.

No hay comentarios: